Sección Política 101: Parte III de la carta del ciudadano comun: EDUCACION

by Jose Rosario

La educación es un derecho universal para todos los ciudadanos de un país. Puerto Rico no es la excepción. El Estado garantiza educación primaria y secundaria gratuita para sus ciudadanos y ofrece una opción de estudios superiores mucho mas económica que las instituciones privadas de educación superior existentes en el País. En el sentido mas literal, Puerto Rico cumple con estos requisitos; sin embargo, si vamos a la practica, encontramos que contamos con un sistema educativo deficiente que contribuye al atraso social y cultural de los puertorriqueños, o al menos de un grupo significativo de los mismos. Todo esto contrasta con un Departamento de Educación que es la agencia gubernamental que mas fondos recibe en el País, tanto fondos locales como fondos federales. Maestros mal pagos, falta de equipos, facilidades en decadencia, un sistema burocratizado al extremo, sistemas de enseñanza atascados en el pasado, estudiantes que no tienen amor por el conocimiento, un sistema que no protege a los maestros, son algunos de los problemas que promueven el que la educación en Puerto Rico sea una experiencia deficiente.

   

 El Departamento de Educación de Puerto Rico, de acuerdo con el conocimiento popular y múltiples informes oficiales, es la agencia de gobierno que recibe la mayor cantidad de recursos y fondos disponibles. Esto representa cierta ironía, ya que la educación publica impartida en Puerto Rico esta ubicada entre las peores tanto en las jurisdicciones estadounidenses como en el mundo hispanohablante. Aunque parezca inverosímil, esto no es especulación, sino un hecho contundente, que debería de asombrar aun al mas incrédulo. Gastando mas de una cuarta parte del presupuesto global de la Isla, Educación falla constantemente en proveer a los estudiantes conocimiento y aprendizaje integral para estar adaptados a los tiempos en que vivimos. Sin embargo, debemos reconocer que no todo es culpa del Departamento, sino que también recae sobre la sociedad en general y nosotros como individuos.