Política 101: Criminalidad y seguridad parte II

Saludos a todos los que nos siguen en Política 101 en Apoyando lo de aquí. Hoy continuamos con la carta abierta, enfocando en la criminalidad y seguridad.....parte II

  
El cuerpo policial es uno que demanda esfuerzo y sacrificio. Dejar tu casa a diario con la incertidumbre de que quizas no regreses a ver a tu familia (aunque ya esto se generalizado a toda la poblacion con los niveles de violencia existentes), turnos extendidos de 10 y 12 horas y a veces 7, 10, o 14 dias sin descanso, horas extras que no se pagan a tiempo, equipos en malas condiciones que no solo ponen en riesgo la vida de los agentes sino la del publico en general, supervisores que estan ahi no por merito sino por pertenecer al partido de turno, son algunos de los males internos que sufre el policia puertorriqueno. Todo esto contribuye a la desmoralizacion del cuerpo policial. Que si firmo para ser policia, eso no es excusa, nadie firma para trabajar bajo condiciones subpares, ni nadie firma para trabajar y que no le paguen a tiempo.

Es imposible pensar que la policia puede prevenir toda la ola criminal que esta arropando al Pais. Maxime, cuando en esencia, el cuerpo policial es uno destinado a velar por el cumplimiento de la ley y orden del colectivo del Pueblo, no de ciudadanos particulares. La policia no esta para brindarle proteccion personalizada, ni tampoco esta para estar estacionario frente a su casa o calle para que pueda dormir con tranquilidad. Mas aun, usted no puede demandar a la Policia por fallar en responder a una llamada de emergencia, o por llegar tarde a atender una posible situacion violenta, y esto no me lo invento yo, esto se ha establecido en tribunales de los Estados Unidos. Simplemente seria una idiotez pensar que el tiempo de respuesta de la policia sea mas rapida que el de el criminal atacando cuando este ya esta en el lugar donde quiere atacar. Pero prevenir la ola criminal requiere mas que un cuerpo policial eficiente (lo cual juega un papel clave pero no es el unico protagonista), necesita varios elementos que podemos ver claramente ausentes en el Puerto Rico de hoy.

No es noticia que los tribunales de Puerto Rico se encuentran desprestigiados. La tercera rama del gobierno, la judicatura la cual esta llamada a interpretar la ley y dictaminar fallos y sentencias sobre individuos, corporaciones privadas y agencias gubernamentales, esta bajo el escrutinio publico debido a una creciente ola de fallos inverosimiles y situaciones altamente irregulares dentro de una rama que es mucho mas pequena que la Policia de Puerto Rico, por tanto, sus errores son mas prominentes, no solo por el tamano reducido, sino porque se supone que al menos en teoria, un juez sea como minimo un doctor de la ley, versado y con un nivel de imparcialidad. Vemos jueces absolviendo narcotraficantes, y luego en la practica privada defendiendolos, vemos jueces que evidentemente no estan aptos para ejercer cargo por situaciones privadas que les impiden un claro juicio, resultando en asesinos con penas leves, otros casos donde el asesino no solo huyo de la escena con la cabeza de la victima atrapada entre las ruedas del vehiculo, sino que se convirtio en profugo de la justicia, no coopero con las autoridades, y no vio ni un solo dia de carcel, o como un ebrio ha matado en tres ocasiones diferentes a personas inocentes y sale absuelto por el mismo juez. De la misma manero vemos como un hombre que robaba lenceria de mujeres de su comunidad recibio una pena desproporcional al crimen, cuando individuos con proble- mas de violencia y uso de drogas pueden optar por un programa de desvio para evitar la carcel, solo para que al volver a libre comunidad reincidir en actos delictivos. Se hace cada vez mas evidente como el dinero y las conexiones rinden frutos a la hora de los fallos y sentencias, donde las dobles varas para el castigo cada dia son mas duras para el pobre y mas suaves para el rico o el bien conectado. Mientras esto siga pasando, el pueblo seguira perdiendo la confianza en los tribunales del pais, no existe razon para confiar en una imparcialidad que a plena luz no existe. A pesar de que siempre he subrayado  que la ley jamas igualara a justicia, ya ni siquiera la ley tiene peso en los tribunales, o mas bien no tiene peso o validez para aquellos que tienen a su poderoso aliado, don dinero, que como dice un reconocido politico, hace malo al bueno, y hace al cobarde un guerrero.